Nos encontramos en un mes difícil, y hablo en nombre de mi generación, el 99. Estamos en una semana de globales a punto de finalizar la segunda evaluación. Este año todo es distinto, las notas que estés obteniendo a estas alturas no van a cambiar majestuosamente a mejor solo para que TÚ entres en la universidad que tanto has soñado. "Puedes mejorar" te dicen, pero queridos profesores: nosotros no somos el error, sino que lo es el método. Se necesita esfuerzo, aunque a veces ni dando el 100% de ti mismo ves progreso y la decepción es inevitable. Somos jóvenes y necesitamos sentirnos vivos, y estar día y noche en tu habitación frente a unos libros (estudiando cosas en su mayoría inútiles) no te va a hacer muy feliz, digo yo. Decepción tras decepción, nos repetiremos cien mil veces durante este año: "este bachiller no es para mi", pero aquí seguimos luchando por "esa universidad", en mi caso fisioterapia. Me pregunto, ¿si sientes vocación por un oficio, por qué una simple nota tiene decidir por ti, cuando seguramente lo harías mejor que nadie al desearlo con tantas ganas? Lucha por lo que quieres pero no dejes de vivir, ya que los exámenes se recuperan pero el tiempo, las fiestas y la juventud no. Inténtalo, eres capaz, pero no olvides que hay cosas más importantes, aunque este año sea el que marque tu futuro. Si se te cierra una puerta siempre se te abrirán otras diez. Sinceramente la educación da pena, cuando el máximo sufrimiento para los jóvenes hoy en día se encuentra en los estudios, algo falla. Y más este año, que si revalidas, que si EBAU o EVAU... nos exigen seriedad y formación cuando ellos son el peor ejemplo a seguir. Si llegamos lejos será por nuestros propios méritos.
Gracias Ministerio de Educación.
¡Un beso chulis!